martes, 19 de diciembre de 2017

Amenaza 44 - Centolos Puño de Amura 59

Jornada de transición entre el puente y el parón navideño, de esto que parece que no estás ni a una cosa ni a otra y te pilla a pie cambiado. El fin de semana se complica y hay que tirar de cábalas y cambalaches para aparecer por lo menos cinco. Entre los contratiempos que ya conocíamos y el horario que no nos viene nada bien hay que acelerar la recuperación de tres lesionados para ir al menos siete: Marco, Ángel, Cami, Pablo, Coki, Javi y yo.

No parece mal equipo, pero viendo lo que tenemos enfrente la cosa parece complicadilla. No los conté, pero había allí Centolos como para montar una cetárea. Viejos conocidos, en la primera vuelta nos costó un mundo ganarles con el equipo al completo, así que sabíamos que iba a tocar sufrir. Pero también sabíamos que sólo pueden jugar cinco a la vez, así que saltamos a por todas.

La primera parte en general fue un intercambio de golpes, cada uno con sus armas. Por su lado, mucha presión en la línea de pase y robos de balón que les permitían contraataques fáciles. También intentaron el tiro exterior, pero en los primeros compases no estuvieron afortunados. Por el nuestro, se vio la diferencia entre los que salen de una lesión a tope, como Cami, y los que sólo salimos a hacer bulto. Vaya recital de carreras, movimiento de balón y garra en el juego. Javi enorme bajo los aros, peleando en inferioridad de tamaño pero perforando desde la media distancia en cuanto tenía ocasión. Y Pablo, armado de sus reversos, lanzándose sin miedo a surcar la zona a pesar del oleaje. Coki haciendo valer ese parón con la zurda y Ángel tirando de casta en cada jugada. Mención aparte a los tiros libres, con un porcentaje por encima del 90% (creo recordar que sólo fallamos uno)

Así las cosas, hubo 24 minutos de igualdad, con ventajas de dos puntos para ambos equipos. Y digo 24 porque en el último minuto un pase de empanao, que acabó en contraataque, y un tiro liberado hizo que llegásemos al descanso cinco abajo. Mal bagaje para como habían ido las cosas, pero estábamos ahí .

En la segunda parte cambiaron las tornas. Para resumir, se nos fue acabando la gasolina que nos había mantenido en la brecha, y ya se sabe que los Centolos frescos son de calidad. El cansancio hizo que hubiese más pases imprecisos que acabaron en robo y contraataque, que los tiros no entrasen igual y que la diferencia de centímetros y quilos en la zona se materializase en más canastas debajo de su aro y menos rebotes para nosotros.

Poco a poco se fue abriendo brecha, y aunque Marco se unió a la fiesta con algún triple, y Javi seguía imparable desde los cuatro metros, lo cierto es que ya no dimos la impresión de poder remontar el resultado. Derrota justa, average perdido y  posición incómoda en la tabla de cara a las Navidades. Eso sí, el año que viene será otra historia.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Amenaza 47 – Neo Geo 45


 

Partido de domingo, a las 9:00 de la mañana en Teis… mal horario, sin ninguna duda, para la práctica del baloncesto.

Juntamos una convocatoria por los pelos, estábamos 7, uno de los cuales, Javi tenía que irse después del descanso…

A pesar del benévolo invierno que llevamos, jugar en Teis, a esa hora, hace que estás sin entrar en calor durante todo el partido.

Eso sí, el suelo nuevo del pabellón, a pesar de quejas varias por el bote del balón, está fenomenal.

Tras haber encontrado las fichas, misteriosamente desaparecidas, en mi bolsa (vaia cabeciña me deu Dios…) anotamos en el acta a Marco, Xan (el reaparecido!), Camilo, Javi, Óscar, Rubén y yo.

El partido fue un toma y daca de principio a fin con marcador siempre igualado, la mayor parte del tiempo nosotros 2 o 4 puntos arriba.

Al descanso creo que se llegó con un 25-24 a nuestro favor, o algo por el estilo.

Por el medio, se puede destacar algún gancho de Rubén (baloncestístico, no pugilístico), un aro pasado a la remanguillé del susodicho, que estaba crecidito,… un par de canastones de Xan, uno de ellos con tiro adicional, otras tantas de Supercami, mil rebotes de Óscar, alguna típica de Javi de espaldas al aro y Marco y yo cubriendo el expediente lo más dignamente que podíamos…

Llegamos a este punto, con 6 jugadores, empatados, a los minutos finales, donde se parte el bacalao, con Javi ya huido (y cagándose en todo lo que se meneaba por haber tenido que marcharse) y Rubén y Óscar con cuatro faltas.

Intentaré contar el resto, si no me engaña la memoria, más o menos como sucedió…

Entonces, el base de Neogeo nos metió un triplazo que los ponía 3 arriba a lo que respondió Camilo con un rápido contrataque que nos ponía a 1.

En la siguiente jugada, hicimos falta y nos metieron un tiro libre con lo que nos quedábamos 2 abajo.

En el siguiente ataque… canastón de Rubén y… empate.

Vamos! Defensaaarrrrr!!!!

Meten el balón dentro y, en una jugada algo dudosa, Rubén, con los brazos arriba, es sancionado con la quinta falta. Se puede decir que sí, se puede decir que no, pero creo que tanto unos como otros se quedan con la duda de si fue o no. Rubén, evidentemente, dice que no fue falta, pero éste no tiene ni puta idea. Entonces, en un acto de enorme compañerismo y pensando, exclusivamente, en el gozo del público y resto de asistentes al evento, procedió a quitarse, eso sí, delicadamente y sin altisonancias, la camiseta y mostrarnos la desnudez de su torso. “Ya que no podéis disfrutar de mi baloncesto, disfrutad, entonces, de mis maravillosos pectorales que ni esculpidos por el mismísimo Miguel Ángel”

Nos quedamos sin Rubén pero nos libramos de una técnica. Hemos visto pitar técnicas por menos y hemos visto no pitar técnicas por mucho más. Mi opinión es que, con pitar la quinta y expulsión, el supertrencilla hizo justicia. El día que nos quejemos de este árbitro (creo que, si no me equivoco, se llama Diego,) cualquiera de Vigoenxogo, lo echaremos de menos en la jornada que no nos pite.

En fin, recapitulando, partido empatado, dos tiros libres para Neo-Geo y nosotros con cinco jugadores y Óscar con 4 faltas.

Para continuar con la “justicia poética” de la quinta de Rubén, Neo-Geo falla los dos tiros libres.

Tras un par de ataques por equipo sin ver el aro, Óscar mete un canastón que nos pone dos arriba quedando unos 30-40 segundos.

En el siguiente ataque de Neo-Geo hacemos falta (afortunadamente no fue Óscar), con 24 segundos por jugarse, y nos meten un tiro libre solo. Amenaza uno arriba.

Movemos la bola lo mejor que podemos (esto va por Xan), cuatro esquinas, hasta que nos hacen falta quedando 4 segundos.

Metemos el primero, dos arriba, fallamos el segundo y NeoGeo coge el rebote y sale corriendo hacia nuestro campo, aun con tiempo, para tirar un triple en carrera que a punto estuvo de entrar…

En fin, victoria importante, en un partido jugado de tú a tú contra un buen rival, con el que da gusto jugar al baloncesto, en el que cualquiera pudo haberse llevado la victoria. Si llegamos a ir a la prórroga nos hubiesen pasado por encima, fijo.

Lo más destacable es que recuperamos a Xan y Marco, que Rubén confirma su segunda juventud (en todos los sentidos, juuurrrllll), Cami que corrió de forma increíble, pero con mucha cabeza, nos dio unos tiempillos para respirar, primordiales, y Javi que nos dio la vida viniendo a jugar los minutos que pudo.

 

Aúpa Amenaza!
P.D.: Un abrazo a SuperJb (que hago extensivo del resto del equipo), recién operado, al que se echó un montonazo de menos. Eres grande, pavito!

P.D2.: Si me confundí en algún detalle, por temas de la memoria, edad y demás, pido disculpas de antebrazo.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Marrajos Basket 55 - Amenaza 35

Una de las cosas divertidas de esta liga es que cualquiera puede ganar a cualquiera. Pero está claro que hay equipos a los que es más fácil ganar que a otros, y Marrajos es un ejemplo de ello: en mi opinión, el equipo más en forma del campeonato. Por eso si se te presentan con el equipo al completo, sabes que vas a tener que hacerlo muy bien si quieres sacar algo en limpio.

Para empezar, necesitas una buena convocatoria, y el sabado en Teis nos presentamos siete valientes: Caki, Ángel, Pablo, Coki, Javi, Óscar y un servidor. Equipo equilibrado y con calidad, pero un poco corto de recambios para afrontar la individual presionante que sabíamos que nos iba a caer.

Para acabar, tienes que jugar bien, y hay que reconocer que no lo hicimos. Por poner un ejemplo de estadísticas de un jugador: 0/7 en tiros de campo, 6 pérdidas de balón (con dos chapas incluidas y una salida del campo con el balón por no ver la línea de banda) y una antideportiva. Está claro que el resto no lo hizo así de mal, pero no fue un día lúcido ni lucido.

Comenzó el partido con canasta fácil tras el salto inicial. Que fuera suya en lugar de nuestra ya indicaba que algo no iba del todo bien. Empezamos con una defensa 3-2 para contrarrestar a sus tiradores, pero los cortes y la acumulación de jugadores en el lado fuerte hacía que tuviesen tiros y penetraciones. En el otro lado de la canasta, el movimiento no era malo, pero no estábamos finos de cara al aro, y en el intercambio de canastas se fueron perfilando las primeras diferencias.

El gemelo de Coki lo deja en el banquillo, así que sólo nos queda un cambio. Pero aquí nadie se arredra. Caki sigue como amo y señor del balón, Ángel supera con creces el récord mundial de kilómetros corridos por pase recibido, Javi no deja de asombrar con sus gráciles movimiento en la pintura, Pablo sigue demostrando por qué es el bueno y Óscar sigue fajándose a lo grande, aunque necesite coger el rebote dos veces seguidas para anotar.

Tras el descanso cambiamos la defensa. y parece que funciona un poco mejor, pero el desgaste físico nos quita aún más precisión y, aunque Coki vuelve embalsamado en Réflex, la diferencia sigue aumentando. Cierto es que no bajamos los brazos en ningún momento, pero más cierto es aún que en ningún momento conseguimos inquietarlos.

Paliza sin paliativos y para casa. Pero ojo, que habrá segunda vuelta y no creo que esto vaya a quedar así. Nos vemos en las canchas.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Amenaza 47 - Centro estudios Lore 49

Soleada mañana de domingo, tal vez un poco fresca, pero perfecta para disfrutar del baloncesto. Y mucho más cuando toca jugar en un pabellón nuevecito como el de Navia: instalaciones modernas, marcador de lujo y pista agradecida para las articulaciones. Esto, y la imperiosa necesidad de digerir el cachopo del viernes, atrae a la pista a un grupillo de fantasmas: Caki, Ángel, Camilo, Pablo, Dani, Pabletovic, Rubén y yo.

Enfrente, una convocatoria mucho más nutrida de gente de Lore. Recién ascendido a la categoría y sin ninguna victoria en su casillero, pero varias caras conocidas nos hacen pensar que no va a ser fácil.

Empezamos el partido con ataques fluidos y buena circulación de balón. Los puntos llegan con bastante rapidez, exactamente con la misma con la que nos los dejamos en el otro lado de la canasta: nuestra defensa en zona hace aguas. Anotan de tres en tres, con varios 2+1 y cuatro jugadores distintos anotando desde el triple. Además, el tremendo trabajo de Rubén y Pabletovic en el rebote no puede evitar sus segundas oportunidades: hay veces que el tamaño sí importa, y en este caso somos más pequeños. Total, que va lo comido por lo servido y llegamos al descanso igualados a 25.

En la segunda parte cambiamos la defensa a individual, y empezamos a carburar mejor. Llegamos a los tiros y dificultamos la circulación de balón, mientras en ataque conseguimos meter balones dentro y los 2+1 empiezan a caer de nuestro lado. Las diferencias no son abultadas, pero llegamos al final con un colchón de 6 o 7 puntos que parecen suficientes para estar tranquilos.

O eso parecía, pero se alinearon los astros y todo lo que podía salir mal, salió peor. Pabletovic de había tenido que ir, y Rubén queda eliminado por faltas. Dos falta más que dudosas, una en ataque y otra en defensa, seguidas de una técnica, les da tres tiros libres y posesión. Los tres tiros libres entran llorando. Sí, los tres. Nuestros tiros libres no entran. Quinta falta de Dani. Se ponen dos arriba a falta de cuatro segundos. Tiempo muerto. Preparamos a conciencia la última jugada, pero Caki no usó la pizarra y el lío acaba en un tiro claro de ocho metros que tendría que haber entrado, pero no entró. Partido perdido por no haber sabido gestionar los minutos finales.

Arranque muy flojo de liga, con tres partidos perdidos por un margen muy escaso, con la sensación de poder haberlos ganado. Con este sistema de competición no es sencillo remontar, pero aún no se ha dicho la última palabra. Nos vemos en las canchas

jueves, 2 de noviembre de 2017

C.B. Autocristal Ralarsa 27 - Amenaza 43

La incertidumbre del año pasado con las goteras de Balaídos ha dado paso a una serie de agradables sorpresas con las pistas de este año, y una de ellas nos la dió el renovado parquet de la pista de Teis. Vale que no es la más accesible del mundo, pero lo cierto es que la han dejado muy bien, todo un alivio para nuestras maltrechas articulaciones.

Supongo que esa fue la razón de que, a pesar de la hora intempestiva, allí estaba a las nueve de la mañana una nutrida convocatoria de fantasmas: Caki, Camilo, Ángel, Pablo, Coki, Pableto, Óscar, Javi y un servidor. A Rubén le traicionó el cambio de hora y en vez de llegar a las cañas llegó justo a tiempo de jugar. Mala suerte. En el otro lado de la pista, Ralarsa presentaba también una notable convocatoria, con algún fichaje de equipos ya desaparecidos.

El partido empieza con un triple de Pablo, y dos pérdidas de balón en la línea de tres que les dejan dos contraataques claros. Y digo claros porque nadie de los nuestros bajó a defenderlos. Ahí, tranquilitos en campo de ataque, mirando. Sólo faltaba aplaudir. O pedirles que nos subieran el balón de vuelta para no tener que ir a sacar. Lo normal habría sido sentar a los cinco de golpe y ponerlos a hacer flexiones.

Después de este bochornoso episodio, empezamos a jugar. Las combinaciones eran buenas, y aunque fallamos algunas canastas fáciles, empezamos a carburar. Los Pablos vuelven a ver el aro más grande desde el 6,75, los balones llegan a los pívots, hay contraataques y algún 2+1. Llegamos 13-23 al descanso, y el partido parece bastante encarrilado.

La segunda parte va por los mismos derroteros: con cinco cambios estamos bastante frescos, aunque nuestra estrategia de cambiar todos a la vez hace que estemos algo fríos en algunos momentos. La combinación de contactillos que acaban en falta y hostias como panes que acaban impunes hacen que caigan un par de técnicas para cada lado, pero en general el ambiente es bueno y podemos disfrutar del baloncesto. Ya que madrugamos, es de agradecer.

27-43 al final, y la victoria, combinada con el resto de resultados de la jornada, nos lleva a lo apretadito de la clasificación. Mención especial al destacado papel de Pableto durante la prórroga ;)





lunes, 23 de octubre de 2017

100 Tolos Puño de Amura 50 - Amenaza 57

Toca hacer el bis de la jornada. Esta vez en el Berbés a las 18:30. La hora nos permite tener un cierto descanso del partido anterior y el campo está muy bien, aunque a esas horas el sol en oblicuo hace que sea mejor tirar a la sombra. El rival: 100 Tolos Puño de Amura. Después de haberlos visto jugar el día anterior, se antojaba complicado: gente muy grande, con tiro y velocidad, de los que saben jugar a baloncesto. Pero había resquemor: el partido de Basket Hound nos había dejado muy dolidos y la consigna era clara: "Centolos va a pagar el pato".

Y para hacerlo posible, se entablaron negociaciones al más alto nivel, se embadurnaron en Voltarén rodillas, muslos y codos y se buscaron equipaciones debajo de las piedras. La convocatoria hacía saltar las lágrimas: Caki, Marco, Ángel, Camilo, Pablo, Coki, Óscar, Javi, Rubén y yo. Esta vez no iba a ser por falta de gente. En Centolos también estaban diez, con lo que la rueda de calentamiento parecía hasta algo serio. Un poco más serio de un lado que de otro porque ellos iban perfectamente uniformados y nosotros con nuestra segunda equipación de Desigual, que iba del amarillo fosforito al azul, mención aparte del patrocinio de Deutsche Bank en la camiseta de Óscar.

Pero todos sabíamos que los colores no ganan partidos, así que nos lanzamos a la pista. Y empezamos bien, anotando con fluidez, con buenas transiciones, movimiento de balón y cabeciña. Pero los de enfrente, con un triple en suspensión en la primera jugada, nos dejaron claro que iba a haber que sudar cada punto y cada rebote. Y vaya si sudamos. En la piernas se notaba el partido del día anterior, pero se compensaba con movimiento de banquillo y un puntito de rabia. Ellos están igual. Perdemos a Coki por un pinchazo en el gemelo, y Centolos tiene que sentar también a un lesionado. Hasta en la mala suerte estuvimos igualados. Yo creo que el la primera parte no hubo diferencias de más de cuatro puntos, y llegamos dos arriba a los últimos treinta segundos.

La defensa es buena, pero ellos no son malos y anotan. Quedan 8 segundos. Grito clásico: "¡sacamos rápido!". Y lo hacemos a la velocidad del rayo. Eso sí, directo a sus manos, tiro cómodo y canasta fácil. Nos vamos al descanso dos abajo y con la firma convicción de que las últimas jugadas no son lo nuestro. Propondremos tiempos de 24:50, a ver si cuela. Lo que tampoco es lo nuestro son los inicios de la segunda parte. Un triple nada más salir nos pone cinco abajo, que creo que fue la máxima diferencia del partido.

Nos recuperamos pronto, y jugamos una segunda parte que hasta me atrevería a calificar como bonita. Abrimos el juego a las esquinas para contrarrestar su 2-3 y eso nos permitió hacer huecos en el medio para que Rubén hiciera de las suyas. Las piernas de Camilo iban un punto por encima de las demás y sus contraataques nos dieron mucho oxígeno. Si el poste alto no estorbaba, las penetraciones de Caki hacían mucho daño. Los tiros libres mucho más finos y hubo varios 2+1 de Caki y Rubén. Además, un par de triples de Pablo, ya no se podía pedir mucho más. Ni nada menos, porque Centolos robaba y contraatacaba, tiraba de fuera y se fajaba en la pintura.



¡Caja más uno!
Mención aparte para nuestra defensa en "cajamasuno" también conocida como "tudefiendeaquienquieras"

Entre el +2 y el -2 se movió toda la segunda parte. La colosal brega de Óscar en la defensa de la pintura pasa factura y lo perdemos por cinco faltas. Y llegamos al final ajustado, aunque con ligera ventaja para nosotros. Los dos equipos intentamos defender intenso y sin faltas, pero a ninguno nos funciona demasiado bien y el partido se va en los tiros libres. Ahí tenemos más oportunidades y estamos más acertados, incluso Pablo tuvo tres tiros.

Final del partido y siete arriba, lo cual no refleja para nada la enorme igualdad de un partido vistoso y alegre, de los que da gusto jugar, y contra un equipo que estoy seguro de que va a dar mucho que hablar este año. Por nuestra parte, por fin una victoria y la satisfacción de haber metido 108 puntos este fin de semana, que no está nada mal.

Amenaza 51 - Basket Hound 52

Primera jornada doble del año. Como somos un dechado de virtudes físicas, estamos en nuestra salsa. Además, jugamos a las cuatro de la tarde, la hora perfecta para hacer una comida ligera y empezar la Operación Turrón. La pista elegida es el Carmen. La palabra que me viene a la mente al entrar es "vetusta": cemento pintado, variado de líneas descoloridas y una capa de polvo en los tableros que no deja ver el cuadrado. Eso sí, los aros muy agradecidos. Y se nota que llevaba tiempo sin usarse porque el reloj del marcador no funcionaba. Y jugar sin saber lo que queda despista bastante.


El rival es Basket Hound: en los pocos partidos que llevamos parece que no están carburando demasiado, pero sabemos de lo que son capaces, y recordamos claramente que el año pasado no fuimos capaces de ganarles un solo partido, incluso ganando alguno por 17. Pero aquí no se arredra nadie, y a pesar de las inclemencias, la convocatoria es más que lucida: Caki, Marco, Ángel, Dani, Pablo, Javi, Rubén y yo. Vaya ocho patas para un banco.

Balón al aire, y empezamos a rodar. Para ser la hora que es, el partido empieza fluido. Por nuestra parte, el bol de pasas y nueces de Ángel surte efecto y enchufa 9 de los primeros 11 puntos, con un triple sin ángulo a tablero incluido que quitó un poco el polvo acumulado. En la otra canasta, nuestra defensa del tiro exterior hace aguas por todas partes: no llegamos a los tiros y nos mantienen el pulso a base de triples. Hay gritos, cambios de estrategia, pero sigue todo más o menos igual y llegamos al descanso tres abajo (24-27)

El descanso, para variar, nos sienta mal. Empieza el segundo tiempo sin nosotros en pista y en tres o cuatro jugadas consiguen un colchón de siete puntos. En otros partidos habría sido fatal, pero en éste las anotaciones eran fluidas y sabíamos que quedaba mucho por remar. Así las cosas, subimos un poco las líneas en defensa para cortar su tiro y funcionó bastante bien, pero entre un par de veces que nos ganaron la espalda y alguna defensa con la mirada que permitió canasta fácil, la diferencia se mantuvo. Además, no estuvimos finos en el tiro libre.

Pero llegó el arreón: un poco de defensa, volver a meter balones dentro, un par de penetraciones y un poco más de acierto desde la línea de personal nos llevó a un parcial de 9-0 que nos ponía por delante, aunque fuera por poquito, en el marcador. Intercambio de canastas, algún tiro libre fallado y llegamos dos abajo con posesión al último minuto. Y digo último minuto por aproximación, porque sin reloj eran los gritos de Marco desde la mesa lo único que nos daba alguna pista.

De hecho, en ese ataque Javi cree que se acaba el partido y lanza un triple forzado que no entra. Cogen el rebote y optamos por defender fuerte sin faltas. La defensa funciona y su penetración forzada no entra, pero perdemos el rebote y tenemos que hacer falta rápida para llevarlos a la línea. Fallan los dos tiros, y nos queda un ataque de unos 15 segundos. Subimos rápido, balón a Pablo para el triple que no entra, pero Javi coge el rebote y anota de dos. Nos vamos a la prórroga.

Mientras pensamos en el tiempo de descuento, porque sólo quedaban un par de segundos, sacan el balón y, sin saber muy bien cómo, se pita una falta en el medio del campo y sobre la bocina. Bueno, la inexistente bocina. Difícil saber si fue falta, difícil saber si fue en tiempo, pero se encuentran con dos tiros libres (estábamos en bonus) y con el crono en cero. Es decir, una falta sobre la bocina sin tiempo de reacción. Meten el primero y fin del partido. Uno abajo y a la ducha.

Eso sí, nada rompe el buen ambiente y la alegría. En el vestuario, todo el jolgorio y algarabía, y un cántico coral resuena en el Carmen: "A segunda, oeeee"

miércoles, 18 de octubre de 2017

Amenaza 42 - Veterinaria Menciña 56

El domingo amaneció extraño. Sin luz, sin brillo, con el aire espeso y el cielo apagado. Tal vez por el fuego que devoraba el monte. Tal vez porque alguien se había ido.

Sea como fuere, tocaba enfrentarse a Veterinaria Menciña (aka los chavales de SM) en la flamante pista central de Traviesas, y voy a empezar por la pista: un lujazo. Será que aún está presente el infausto recuerdo de Balaídos, pero este parqué me parece de ciencia ficción. Al principio me pareció que en algunas zonas estaba demasiado hueco y se clavaba el balón, pero lo agradecí sobremanera cada vez que mis huesos acabaron en el suelo, y esta vez fueron más veces de las habituales.

El rival no era nada desconocido, aunque me pareció ver alguna cara nueva desde el último partido que nos ganaron hace ya dos temporadas en Teis: equipo ágil y presionante. Resulta irónico que en nuestros caóticos recuentos siempre estamos suspirando por que vengan los grandes, pero esta vez parecía que llegábamos algo cortos de manejo de balón (y de personal). Nos presentamos allí Rubén, Pableto, Óscar, Coki, Dani, Ángel y yo.

Viendo que ellos eran muchos más, sabíamos que iban a presionar a toda cancha, con lo cual íbamos a sufrir para llegar a campo de ataque. Y así fue: nos conjuramos para hacer pases, ir a las esquinas, no botar y esas cosas pero no fue suficiente y cada ataque empezaba como un castigo. Y claro, los robos de balón a esas alturas son contraataque casi asegurado.

En ataque no íbamos mal. Se nota que aún no estamos finos, pero ya empezaron a entrar los triples, ya encadenamos balones interiores, y ya vamos empezando a anotar. Pero el lastre de las pérdidas fue demasiado y llegamos al descanso por debajo, tal vez 19-23.

El descanso llegó a poco, y el inicio de la segunda parte fue demoledor. La gasolina se nos estaba acabando, y ellos empezaron a hacer cambios de balonmano, que además de ralentizar el partido les daban oxígeno. Así las cosas, varios robos encadenados y una racha de tiro triple y libre impecable por su parte nos dejó 17 abajo.

Y eso que si llegábamos con el balón a campo de ataque no lo hacíamos mal: Rubén dominando la zona, Óscar en el juego entre pívots, Coki a media distancia, Ángel al triple, Dani caracoleando ... De hecho, durante un rato que subimos el balon a las cuatro esquinas, jugamos en ataque como sabemos y Pableto hizo una defensa magistral de los contraataques, taponazo incluido, les metimos un parcial de 8-0 que nos volvía a meter en el partido.

Triple de Rubén para ponernos a 6 a falta de cuatro minutos, pero el balón no entró y la gasolina ya sí que estaba en la reserva y no pudimos hacer más. Parece que la primera victoria de la temporada se resiste, habrá que seguir afinando.

Y eso que la derrota acabó siendo la menos mala de las sensaciones de un día de rabia e impotencia en el que vimos como quemaban Galicia delante de nuestras narices.

lunes, 2 de octubre de 2017

Amenaza 39 - UVigo 43

Pues así, a lo tonto, comienza una nueva temporada en la Amenaza Fantasma. Como en un cuaderno nuevo o en un folio en blanco, todo está por decidir y tocará escribir partido a partido el guión de este año. Jacobo y Nando se toman un respiro, y el aire renovado llega en forma de Dani, que aún no sabe dónde se ha metido.

La pretemporada se ha ceñido al plan establecido, tanto a nivel técnico como nutricional, aunque fue necesario realizar una reunión de briefing para refrescar algunos conceptos tácticos un poco oxidados y definir el planning de la temporada regular. Las imágenes dan una idea de la seriedad con la que se trataron estos y otros temas



Y llegó el día de estrenarse en la cancha. Madrugón para empezar: a las 9 de la mañana en el Berbés contra los vigentes campeones. Sabiendo como son nuestros inicios, se veía venir que iba a ser un reto complicado.  La convocatoria, a pesar de los recuentos previos, fue muy buena: Caki, Marco, Camilo, Pableto, Pablueno, Óscar, Rubén y el menda: todo un lujo para el primer día. Correcta la convocatoria de UVigo, pero lejos de aquellas aglomeraciones multitudinarias a las que nos tenían acostumbrados.



La ronda de calentamiento comenzó a evidenciar que andábamos algo faltos de rodaje, pero como no apareció policía ni guardia civil para impedirnos botar, Balbino pitó el inicio y allá fuimos. Se notó que no éramos los únicos poco finos, porque empezamos con un parcial de 6-0 que campó a sus anchas varios minutos en el electrónico.

Buenos movimientos de balón, juego dentro-fuera, pocas pérdidas ... hasta ahí bien, pero en el tiro estuvimos poco acertados, tanto desde cerca como desde lejos, fallando esas cosas que normalmente entrarían y que seguro que volverán a entrar. Y con una defensa tan cerrada como la que nos plantearon, un ataque sin acierto en el tiro tiene pocas expectativas de éxito.

En defensa no estuvimos del todo mal, pero tal vez algo despistados en la línea de tres lo cual hizo que poco a poco nos fuesen superando. El tanteador al descanso (14-19 creo) da una idea de que ninguno de los equipos estaba especialmente fino.

El descanso no cambió mucho el equilibrio de fuerzas, ya que estábamos físicamente bastante parejos, pero sí hizo que subiese un poco el acierto e incluso hubo alguna racha de intercambio de canastas en ataques consecutivos, pero evidentemente eso no nos servía de nada. No nos íbamos del partido, pero tampoco llegábamos a volver a entrar. Llegamos al final con opciones, pero concedimos demasiados tiros libres mientras no aprovechábamos del todo los nuestros, así que llegamos al final casi como empezamos el segundo tiempo.

En resumen, contentos por haber empezado otra vez pero con ese sabor amargo que te deja saber que habiendo hecho un poco más, algo de lo que normalmente eres capaz de hacer, el resultado habría sido distinto. Es difícil saber cuánto importa una victoria cuando no está claro el sistema de competición, pero está claro que habrá que espabilar si queremos estar arriba.
 

domingo, 28 de mayo de 2017

Amenaza 59 vs Alcume 45

Sabado 16:00 Balaidos. Pista en buenas condiciones, pita Balbín.
Para no variar una hora antes del partido no sabemos cuántos somos. Javi llega el primero y poco a poco vamos juntando efectivos. Al final 8 fantasmas, Rubén, Javi, Coki, Ángel, Jacobo, Caki, Xan y yo, más Javi B que vino a vernos.
Alcume se presenta con 7 u 8 jugadores, veteranos de mil batallas y algunos viejos conocidos.
Salimos con Javi y Rubén para dominar la zona, acompañados de xan a la dirección y Coki con Ángel para correr e imprimir ritmo alto. Buena planificación que como siempre nos sale al revés. No somos capaces de imprimir ritmo y jugamos al ritmo lento que nos imponen, atacan nuestra zona con facilidad y en ataque fallamos cosas claras. Solo Coki mantiene el tipo en ataque. Primera parte por detrás en el marcador 23-24.
En el descanso arenga y salimos a remontar, va a ser q no. Nuestra defensa individual les hace daño y no anotan pero nosotros en ataque tampoco lo hacemos con fluidez. No aprovechamos a nuestros hombres altos y lo poco q anotamos es en segundas oportunidades. A falta de 9 minutos nos ponemos 46-42 bajamos el culo y les negamos el aro. En ataque Rubén decide ganar el partido, recital en la zona con vistosos aros pasados que hacía tiempo no veíamos.
Después de un encontronazo con Balbino, expulsa a Pedro, uno de sus mejores jugadores y ahí el partido rompió a nuestro favor.
59-45 al final, que no es reflejo del partido. Alcume jugo muy bien y nos obligo a esforzarnos mucho durante todo el partido. Mención especial al arbitraje, muy riguroso para esta competición y que nos llevó a bonus mediada la primera y segunda parte. Se podría decir que jugar al baloncesto solo jugamos 20 minutos el resto fueron tiros libres y parones por decisiones justas pero excesivas.
Una ronda más.
Ahora toca juntar efectivos para la siguiente


domingo, 21 de mayo de 2017

Ángel Mapfre 42 vs Amenaza 60

Xan quiere la copa para el solo.

 Partido a las 9:30 en Balaidos. Arbitra Ali. 
 Llegamos 7 fantasmas, sin pívots. Caki, Xan, Ángel, Coqui, Pablo, Javi B y yo.  Curioso que nuestros hombres grandes no viniesen sabiendo que el tercer tiempo corría a cargo de Pablo, nuestro hombre para todo cumple años. La verdad que aún no se cuantos pero las leyendas a cierta edad dejan de contabilizarlos.
 Ángel se presenta también con siete, en altura estamos igualados con la salvedad de que sus hombres altos si juegan interior.
 Salimos con una 2-3 muy atentos a sus tiradores y al juego de Julio. Y funciono solo Julio metía puntos apoyado por los tiros abiertos de David. Un desastre, desajustados y permitiéndoles jugar muy cómodos. Son un equipo que atacan muy bien la zona. 
 En ataque, confiamos nuestra suerte al tiro exterior que tantas alegrías nos da. Tiros certeros de Caki y Ángel nos mantienen en el partido. Nuestro juego interior no existe y sabemos que en cuanto bajemos porcentaje de acierto se van a poner las cosas muy complicadas.
 Los 5 de campo deciden cambiar a hombre, les complicamos la circulación de balón y nos permite correr un poco.
 A falta de 8 minutos hacemos cambios y algunos no sabíamos si era zona o individual..... 6 puntos fáciles debajo de la canasta. Para más emoción Xan lesiona a Javi B. en un pase. 
 Dedo dislocado, intentamos llevarlo al sitio, no somos capaces, Javi quiere esparadrapo para venderlo y seguir jugando ( que compromiso tiene este hombre con el equipo), lo convencemos, se va a la ducha y acaba la primera parte.
 24-27 con un hombre menos y sabiendo que tendriamos que esforzarnos al máximo para ganar.
 Dejamos a Ángel en el banquillo para que tomase algo de aire, Javi B. en la ducha.
Empezamos y Xan se pone el mono de hombre franquicia, roba balones a su par lo q nos permite correr y empieza a enchufar triples y tiros de media distancia, secundado por los demás, excepto los dos especialistas defensivos que tiraron dos tiros entre los dos. Cortocircuitamos su ataque y llegamos a hacer contraataques de 4 vs 0. La ventaja superaba los 10 puntos, ellos se mantenían a base de tiros libres y jugadas aisladas. Al final 18 arriba y pasando de ronda.
 Un placer jugar con Ángel Mapfre viejos conocidos y muy buena gente.
 Nosotros a intentar juntar gente para la siguiente ronda o a rezar para que alguno se ponga en modo estrella y resuelva el partido.

lunes, 15 de mayo de 2017

NeoGeo Lunic 44 - Amenaza 47

¡Que no juntamos cinco!
Y llegó el último partido de la Liga de este año. Para no perder la costumbre, el jueves surge el caos de la convocatoria y se vuelve a hablar de avisar de que no vamos porque no juntamos cinco. Una jaula de grillos. La situación parece tan dramática que la respuesta no se hace esperar. Llego el domingo a Balaídos y me cuesta asimilar que la marabunta roja que hay sobre la pista es de Amenaza: Jaco, Kaki, Xan, Ángel, Marco, Pablo, Javi, Camilo y Rubén. Contándome a mí: diez. ¡Diez! Record de la tercera vuelta y probablemente de toda la temporada.

Justo cuando crees que nada te puede sorprender en este equipo, ahí los tienes. Supongo que la jornada de confraternización del sábado tuvo algo que ver, o tal vez las bajas presiones relativas, o que por fin Saturno entró en el área de Capricornio. El caso es que estaban allí.

Enfrente, seis valientes de NeoGeo. Teniendo en cuenta que siendo cinco habían ganado a Centolos y Red Skins, y los problemas en los que nos habían metido en los partidos anteriores, sabíamos que iban a ser un rival complicado.

Y nada más empezar, lo demostraron con un clinic de tiro exterior que los adelantó rápidamente en el marcador. Para variar un poco, hicimos una defensa 3-2 que frenó un poco su tiro y nos permitió igualar la contienda. A cambio, la falta de costumbre hacía que concediésemos canastas fáciles cuando nos gananan las espalda por la línea de fondo.

Primer tiempo de alternativas cortas en el marcador. Muy cortas, se podría decir, tal vez cuatro puntos de renta máxima para cada equipo.

A la vuelta del descanso el físico parecía que se notaba un poco más por momentos y pudimos hacer defensas presionantes y algunos contraataques. Pero claro, otras veces subíamos el balón andando y fallamos bastantes tiros fáciles, así que se fue lo comido por lo servido.

La defensa de Amenaza
Mención aparte merecen nuestras variaciones de defensa: 3-2 con línea de fondo desprotegida, cuatro en individual y Ángel en zona, cuatro en individual y Marco charlando animadamente con su par, individual presionante con Rubén pidiendo zona con arrastres ... y vuelta a la 2-3.

Algún triple de Ángel y Xan, los movimientos interiores de Rubén, las galopadas de Camilo, las penetraciones de Kaki, las medias vueltas de Javi y algún destello más nos permitieron llegar al final con unos puntillos de ventaja. Muy pocos, pero de esos que te permiten jugar con un poco de tranquilidad.

O eso parecía, porque el final fue una montaña rusa. Primero una falta en el rebote de Rubén nos impidió abrir brecha. Luego, lo que parecía una falta en una penetración de Pablo acabó en una técnica para él. Vuelta a empezar. A falta de poco más de un minuto, nos ponemos cinco arriba. Parece que ya está, pero nos ponemos a defender con la mirada y dejamos que tiren sin el más mínimo intento de impedírselo. Resultado: triple limpio y a dos puntos. Sólo por esa defensa (o ausencia de ella) habríamos merecido perder, pero ellos no estuvieron acertados desde el tiro libre, y al final los que libramos fuimos nosotros, y por los pelos.

Partido bonito, divertido e intenso contra un equipo con el que da gusto jugar. Si no llega a ser por las lesiones y por un poquillo de mala suerte, habrían dado mucho mucho más juego en la clasificación. No creo que tardemos en verlos por Primera otra vez.

lunes, 8 de mayo de 2017

Amenaza 33 - Marrajos 50

Amenaza, negociando
Sábado por la tarde en Balaídos. Mala hora para nosotros. Durante buena parte del jueves, la idea era llamar para avisar de que no podíamos ir porque no juntábamos ni cinco Pero al final, tirando de pundonor, se establecieron duras negociaciones, y nos plantificamos allí siete fantasmas: Caki, Marco, Camilo, Coki, Óscar, Javi y un servidor. Los de enfrente tampoco andaban muy sobrados: 6 escualos. Se preveía un encuentro equilibrado.

Cierto es que a estas alturas de la liga ya ninguno se jugaba nada, pero nosotros llegamos con ganas. Íbamos a por la tercera plaza, a por el derecho de disputar la segunda y a quitarnos la espina de no haberles podido ganar ni un solo partido en todo el año. Y lo que nos llevamos, hablando mal y pronto, fue un carallo como un brazo.

Y eso que no empezamos nada mal: 6-0 en los primeros minutos, en los que ellos salieron bastante despistados. No tardó demasiado en equilibrarse el tema (11-9), básicamente por los tiros de Nacho. Estábamos defendiendo bien, cerrando el rebote con ganas, saliendo a los tiros. Incluso robamos un balón después de una presión a toda cancha, algo inédito en Amenaza.

En ataque no estábamos tan finos: nos costaba buscar las ventajas en la defensa individual y los espacios en la defensa en zona. Los puntos vinieron más por acciones individuales aisladas y por algún rebote ofensivo que nos dió segundas oportunidades. Y llegamos al descanso 23-17. No era una gran renta, pero no pintaba del todo mal.

Gráfico de la segunda parte
Y me dan muchas tentaciones de no escribir sobre la segunda parte, porque no me da la impresión de haber jugado, pero supongo que sería mal perder. Y es que nos borramos completamente: ataques totalmente estáticos, tiros cómodos fallados (a veces más de uno por ataque), penetraciones contra un muro, defensa floja de su perímetro, falta de concentración. Vamos, que no era el día. Para hurgar en la herida, Óscar se va por cinco faltas y el puntito de fuelle de más que podríamos haber tenido se desvanece.

Parcial de 10-33 en la segunda parte. Demoledor. Y tiene cierta ironía: el año pasado, cuando quedaron campeones con autoridad no pudieron ganarnos un partido y este año, que estuvimos los dos renqueando, no fuimos capaces nosotros. Habrá que zurrarles más fuerte los jueves.

lunes, 1 de mayo de 2017

Alcoba 39 - Amenaza 44

El 16, camino de Balaídos
Ya tenía casi olvidada esa sensación de tensión, de desasosiego, de incertidumbre. Esa duda que te corroe, que asalta tu interior y que relega al resto de preocupaciones a un segundo plano. Esa impotencia de saber que el destino no está en tus manos, sino que depende de los designios de unos supuestos dioses y otros personajes endiosados.

Como ya habréis adivinado, tocaba jugar en Balaídos y estaba lloviendo. No demasiado, la verdad, pero lo suficiente como para estar inquieto. Pero hubo suerte: ya desde fuera se escuchaba la bocina y al entrar el bote del balón. Equipos jugando en las dos pistas y parece que sin mayor novedad. Siempre y cuando esquivases los papeles de periódico que había en un lateral del medio campo para empapar las goteras, claro.

La otra gran duda, porque en  este equipo no sabes quien va a venir a hasta que los ves entrar, se me fue disipando al ver entrar a Xan, Marco, Camilo, Caki, Pablo, Javi y Óscar. Vaya mimbres para un cesto. Un poco menos tranquilizador lo que había al otro lado de la cancha: diez jugadores de Alcoba. Superados en número y tamaño, sabíamos que iba a tocar sufrir.

Y vaya si sufrimos. Empezamos todos muy fríos. Bueno, todos menos Camilo, que se ve que tenía bujías nuevas y empezó a tirar del carro con un un par de buenos tiros y penetraciones. No se pueden decir muchas cosas buenas de nuestro ataque en la primera parte: tiros cómodos fallados, balones que se paseaban por el aro para acabar saliéndose, mala selección ...

Puntos de Amenaza en la primera parte
La alternancia de su defensa entre invididual y zona no ayudaba demasiado, porque en individual no éramos capaces de buscar las ventajas y en zona cuando lo fallas todo desde fuera hay poco que hacer. Y claro, con la diferencia de tamaño el rebote solía caer de su lado. Resultado: 15 pírricos puntos por nuestra parte.

Nos salvó un poco que en defensa sí estuvimos activos: haciendo ayudas, cerrando el rebote y sin permitir contraataques. Si le añadimos que tampoco estaban muy acertados con el tiro, su marcador se quedó en 21, lo cual no era del todo mala noticia.

Ya nos avisó Caki de que quedaba mucho partido, y salimos dispuestos a pelear hasta el final. Óscar salió como un tigre, metió cuatro puntos seguidos con esa media vuelta que tantas alegrías nos da y nos enseñó la luz al final del túnel. Pero aún quedaba túnel y túnel que recorrer: nos fuimos acercando un poco a base de algún tirito más afinado y sobre todo una mejor defensa de sus jugadas ensayadas, pero nos seguía costando anotar de fuera y el rebote seguía siendo suyo.

El melón de Xan
Hasta que Xan abrió el melón del tiro exterior y con un triple nos dió el empujón que nos faltaba. Pablo se sumó a la fiesta y Javi empezó con sus tiros de media distancia. En defensa, tiramos de piernas para presionar la subida del balón y la línea exterior. Y con esto remontamos. Las diferencias eran mínimas, y de hecho a falta de pocos minutos tuvieron un triple para empatar que se coqueteó con el aro para acabar saliendo.

Un par de buenos rebotes hicieron que no tuviesen segundas oportunidades de tiro, y en los últimos minutos, cuando las faltas nos llevaron a los tiros libres, un poco de acierto que, sin ser nada espectacular, nos permitió llegar al final cinco arriba.

Victoria trabajada, que por momentos se vio muy lejos, pero que llegó de la mano de la constancia en defensa y un poquito de suerte en los momentos clave. Cervecita merecida, enhorabuena al Amfiv y al Iberostar, y a prepararse para la siguiente

martes, 25 de abril de 2017

Amenaza 51 - Ralarsa 36

Y así es la liga de Amenaza este año: una jornada estás peleando por la victoria que te puede dar el subcampeonato y a la siguiente jornada estás peleando otra vez, pero para evitar la derrota que te puede poner al borde del descenso. Y viendo los resultados, vaya lío el que se iba a montar si llegamos a perder.

Ángel y Marco, dispuestos a jugar
Y así nos plantamos en Teis (todo un lujo después de tanto Balaídos), un caluroso sábado a las 15:30, masticando el último bocado de la comida pero dispuestos a dar guerra. Xan, Caki, Marco, Camilo, Ángel, Pablo, Pabletovic, Rubén y el menda lerenda. Convocatoria espectacular, pero con algún problema de uniformidad: Marco no se viste de corto y Ángel pretende jugar en chancletas, hasta que Pablo le presta unos tenis de andar por casa.

Aunque la verdadera bomba de la convocatoria apareció después: ¡la afición de Amenaza se persona en la grada de Teis armada de pancartas y trompetas! Eso sí que es un lujazo. ¡Qué maravilla sentir esos aplausos, dándote el empujón que te falta para llegar al balón! ¡Muchas gracias, chicas!

Aunque también he de reconocer que en ese momento sentí la presión añadida. No podíamos decepcionarlas. Había que salir a darlo todo.

Y así salimos, presionados. Pero en el diccionario de Camilo, "presión" se escribe con "c" de "canasta", y nada más salir abrió el melón del aro con cuatro puntos que nos pusieron por delante en el marcador. Y marcada la senda, ya no la abandonamos. Un par de buenos tiros obligan a abrir un poco la defensa, con Rubén dominando el rebote, y nos despegamos un poco en el electrónico. Camilo hace cuádruples (dobles dobles) en un par de galopadas, lo cual lo apaga un poco, y Ángel va un poco lastrado por sus zapatillas de paseo, pero seguimos por delante con cierta holgura.

En defensa la parte interior está bastante controlada, vigilando el rebote, con la intimidación de Rubén y un par de tapones antológicos de Pablo, de esos que los entrenadores te dicen que son una pérdida más, pero que realmente te minan la moral.

La parte exterior se complica un poco. Nos cuesta llegar a sus tiros y con un par de triples se nos acercan en el marcador. Cierran la defensa y no somos capaces de meter balones dentro. Llegamos al descanso con un 18-24 que no da demasiada tranquilidad.

El inicio de la segunda parte no es ninguna maravilla: movemos el balón por fuera como aspersores, pero a la hora de buscar a Rubén nos encontramos un bosque de brazos que nos hace desistir. Ante la falta generalizada de ideas, a Pabletovic se le ocurre una: cascarse tres triplazos limpios. Así cualquiera. Volvemos a abrir brecha, pero ellos no bajan los brazos y siguen bregando.

Pableto, en un lance del juego
El partido no baja un ápice la intensidad, y en medio de la refriega, nuestro alero-raza-blanca-tirador suelta un exabrupto tan cerca del árbito que no le queda más remedio que pitarle la descalificante. Uno menos en la cancha, uno más para la grada.

Momentos de cierto nerviosismo en el campo, pero Rubén pone un poco de calma y nos recuerda que somos los que vamos ganando. Caqui y Xan toman la batuta y calman un poco el partido, Pablo sigue con su doble T (Triple-Tapón) y la diferencia se mantiene.



Rubén, a aro pasado
Yo intento hacer de Pabletovic. Realmente es bastante fácil casi todo, sólo me falta la parte en que entran limpias. Menos mal que estaba allí Rubén para otro rebote y canasta. No sé cuantos cogió, pero fueron muchos, teniendo en cuenta que era la única forma que tenía de tocar balón. Creo que solo conseguimos meterle dos pases
dentro en toda la segunda parte. Menos mal que se desquitó con un mate aro pasado de esos que te ponen de pie de un salto. No llegó a hacerlo realmente, pero la intención se vio desde muy lejos.

El tiempo se agota, las prisas empiezan a pesarles y acabamos con un intercambio de canastas que nos lleva al resultado final. Muebles salvados. Victoria dedicada a nuestra increíble afición, que nos llevó en volandas por la cancha. Y a por una cervecita, que el sol de la tarde pide terraza.

Aprovecho la entrada para mandar a Rober un abrazo muy fuerte de parte de todo el equipo de Amenaza. ¡Ánimo!

lunes, 10 de abril de 2017

Basket Hound 58 - Amenaza 42

Si esta crónica fuese una salsa, seguro que sería agridulce. Pero de las agridulces de Top Chef: con muchos matices diversos.

En la parte agria, así para empezar, está el resultado: 16 puntos de diferencia, que dan una idea de como fue el partido. Además, tercera derrota de la temporada contra Basket Hound, que sin duda nos tiene tomada la medida. Aún escocía el partido de la segunda vuelta, en el que nos remontaron 17 puntos. Teníamos ganas de revancha y nos quedaremos con ella hasta el año que viene. Por si fuera poco, estaba en juego un billete en el tren del subcampeonato, que ahora se pone muy muy cuesta arriba. Y ya para rematarla, aumenta la lista de espera en la enfermería.

¡Menos mal que era agridulce! ¿La parte dulce donde está? Pues está en que remontamos cuatro puntos desde el miércoles. Por la tarde ni siquiera teníamos a cinco jugadores que presentar. En ese momento, estábamos 20-0. Y no faltó mucho para hacer la llamada de rigor. Pero Amenaza no se da por vencido así como así. Hay que jugar. El rival se merece, por lo menos, que aparezcamos. Jacobo hizo malabares con el tiempo para estar medio partido, Ángel hizo de Adán y demostró que no hacen falta todas las costillas para poder jugar, Nando decidió que ni un día duro ni un aductor en la cuerda floja lo iban a detener, Coki consiguió su pase pernocta, Pablo comprendió que el apodo de "el Bueno" no se gana desde casa, Marco tuvo claro que tanto entrenar no vale para nada si no estás en el campo y yo ... bueno, realmente no tengo muy claro como aparecí allí. Pasar un buen rato con este equipo, aunque vengan mal dadas, para mí ya tiene la parte dulce.

Amenaza, camino al partido
Pero vamos al lío: Coki me vino a buscar y aparcamos a menos cinco. Pablo y Ángel se nos unen de camino. Eso significa que hay tres fantasmas en la pista. Apuramos el paso. Cuando llegamos, los chicos de UVigo están dando saltos en piña. Han ganado a Amfiv y ya son campeones. Queda un minuto y estoy sin cambiar, así que les doy la enhorabuena a toda prisa. ¡Enhorabuena otra vez, chicos! De camino al vestuario, saludo a un Hound. Riendo me dice: "¡A 17 segundos y aparece medio equipo!". "¡No somos un equipo, somos una banda!", replico. Nos reímos los dos. La verdad es que da gusto jugar con Basket Hound.

Siete fantasmas y ocho sabuesos. Tienen bastante más altura, pero podría ser peor. Se ve que es mala fecha para todos. Hay partido. Hemos venido aquí a plantar cara.

Empieza el lance y la premisa es clara: estamos sin pívots y sin muchas referencias anotadoras, así que toca defender con anticipación y aportar todos en ataque. Y no empezamos nada mal, con Coki y Ángel tirando de casta y dejándose la piel en la pista. Pero su juego interior nos hace daño. Quiero pensar que no defendimos mal, y que en ningún momento se lo pusimos fácil, pero aún así la diferencia de altura hacía mella. Y el celo en la defensa interior hacía que dejásemos tiros relativamente cómodos. Si añadimos eso a que no estábamos demasiado acertados con nuestro tiro, el resultado es que se nos empezaron a ir en el marcador. Poco a poco, pero de forma constante.

Y llegó el momento en el que Nando no pudo más. Estaba en el campo, aguantando como un jabato, sin quejarse, pero llegó un punto en que su aductor no lo dejó seguir. Como aquel anuncio de Nike, tenía cara de dolor: de dolor por no poder seguir. Muy grande Nando.


Seguimos adelante. Marco, en una penetración, sale rebotado y se lastima la rodilla. Sigue en el campo, pero tocado y con cuatro faltas. Llegamos al descanso unos diez puntos abajo. Jacobo tiene que irse, y nos quedamos cinco. Al salir en la segunda parte, la premisa cambia un poco: vamos a divertirnos. Teníamos que haber jugado con Marco de palomero.

Y vaya si nos divertimos. La diferencia crecía, pero nunca dejamos de correr. Jugadas de pura casta más que acierto real, pero fuimos haciendo nuestro partido. Con cinco en pista, los tiempos muertos servían para tomar un poco de aire más que para ajustar estrategia. Llegamos a perder de 22, creo, pero no llegamos a bajar los brazos. Cuando faltaban tres minutos, grité que no podíamos perder de más de 20. No, a eso no habíamos venido. Y dimos el último arreón, que acompañado de un poco de relax de Basket Hound nos llevó al resultado final. No sé muy bien qué pensaron cuando bajé a defender un saque de fondo a un minuto del final con 18 abajo. Supongo que de Amenaza ya pocas cosas sorprenden.

Aunque por la falta de efectivos y la mala suerte no fue el partido que todos esperábamos, no voy a decir que estuvo mal. El marcador es bastante claro, pero después de las circunstancias no me fui con la sensación de derrotado. Dimos todo lo que teníamos y lo pasamos bien. Y eso, señores, es el baloncesto



lunes, 3 de abril de 2017

Amenaza 50 - Amfiv II 28

El banquillo de Amenaza
Está claro que este fue el fin de semana de las aglomeraciones: 5.000 corredores en la Vig-Bay, decenas de miles de personas en la Reconquista y ¡nueve jugadores en un partido de Amenaza! Ni los más viejos del lugar recordaban una xuntanza semejante. Había correcaminos, big-boys, organizadores de defensas, tiradores frustrados, chicos para todo, magos del balón ... un elenco digno de ver. Hasta merece la pena nombrarlos: Caki, Marco, Camilo, Pablo, Coki, Nando, Javi, Rubén y yo. Y es que casi se acaba antes nombrando a los ausentes.

Hizo falta un rato para ponerse a calentar, porque había gente que llevaba tiempo sin verse y ya no se reconocían, pero pronto empezamos a carburar. Del otro lado de la pista, también una nutrida representación de Amfiv (ocho o nueve, no recuerdo bien).

Amenaza al contraataque
El jueves ya dijimos que íbamos a correr. La consigna de inicio, para variar un poco, fue clara: a darlo todo, que hoy hay cambios. Y funcionó. Una defensa sólida con la intimidación de nuestros fornidos pívots nos permitió hacer contraataques que llevaban tiempo sin verse (¡hasta de algún pívot!). En estático, una buena circulación de balón nos permitió balones dentro, cortes y tiros liberados. Creo recordar que en los primeros diez minutos estábamos ya cerca de los veinte puntos.

Amfiv se había quedado en cuatro. Uno de esos días en que se encoge el aro. Vale que no les dejamos tiros cómodos, pero sería injusto no reconocer que tuvieron mala suerte de inicio. De hecho, a partir de la mitad de la primera parte, la cosa se normalizó un poco y empezó el intercambio de canastas. Las diferencias se mantuvieron así hasta el descanso.

Amenaza, comenzando la segunda parte
En la segunda parte empezamos fríos, muy fríos. Amfiv salió apretando los puños y las piernas en defensa, y eso provocó que perdiésemos balones en ataque y que no estuviésemos nada cómodos en la pista. También se movieron mejor en ataque, con una defensa nuestra un poco estática. Puede que metiésemos más puntos en los primeros diez minutos que en los veinte siguientes. Remontaron hasta ponerse a doce (creo recordar).

Un par de gritos en el banquillo, un par de cambios para poner carne fresca en el asador, y volvimos por nuestros fueros. Tal vez no como en el inicio, pero suficiente para recuperar la intensidad y aumentar la ventaja en el marcador. La intensidad no bajó por parte de ningún equipo hasta los últimos treinta segundos. En mi opinión, un ejemplo de lo que debería de ser un partido: jugar, sudar, disfrutar y todos tan amigos.

Resumiendo, un lujazo jugar con este equipo en todo momento, pero más aún cuando puedes dejarte la piel en la cancha, porque sabes que si te falta el resuello hay otro fantasma en el banquillo esperando con el cuchillo entre los dientes.

martes, 28 de marzo de 2017

UVigo Basket 41 - Amenaza 43

Como seguro que hay alguno que negará conocer la canción, os dejo el  vídeo original para documentaros y entender lo que viene a continuación.


Aunque realmente la versión buena es ésta


Y ésta es la letra que deberíais de cantar:

Sí, ya llevo un rato mirando el guasap
Parece que hay partido hoy
Ya vi que en el recuento no estamos más de tres
Dime dónde es a ver si voy

Se ve que lo de este equipo no es medio normal
Voy a hacer la bolsa y tiro p'allá
A ver si no está mojado Balaídos
Veo que hay otros tres (y menos mal)
A ver si en un rato van llegando más
Porque ya están 12 en el otro equipo

Despacito
Quiero calentar el cuerpo despacito
Y poder echar primero algún tirito
Antes de que empiece a defender UVigo
Despacito
Vamos a jugar que ya juntamos cinco
Se lanza el balón y Rubén pega un brinco
Y en medio minuto todos calentitos

Venga, que no defendemos
Que alguien pegue un grito
Con una defensa en zona
taponaremos sus tiros
Y en ataque quiero a todos bien abiertitos
para buscar algún hueco
y meter algún puntito

Si pido bola dámela
¿A qué estás esperando?
Tienes que intentarlo
¡Es que están presionando!
Tú ya sabes que el balón conmigo hace bom, bom
Sabes que ya tengo ganada ya la posición, ción
Ven hazme un bloqueo a ver si te sale
Quiero penetrar y hacer un "falta y vale"
Juguemos con calma que queda mucho lance
Sin lanzarnos a lo salvaje

Puntito a puntito suave suavecito
vamos remontando poquito a poquito
Cuando defendemos con brazos en alto
Podemos coger el rebote de un salto
Puntito a puntito suave suavecito
vamos empatando poquito a poquito
Y es que los minutos pesan en las piernas
Pero ya sabemos jugar con cabeza

Despacito
Subiremos el balón muy despacito
Buscaremos meter el balón al pívot
Y luego cortar para meter puntitos
Despacito
Buscaremos cuatros pases bien seguidos
Así podremos seleccionar el tiro
Meterla limpia y de tres puntitos

Quiero defender a muerte
Quiero oir sus gritos
Y si se ponen en zona
Ganarles a triplazo limpio
Déjame jugar al poste, tirar un ganchito
Hazme un bloqueo ciego
Y al rebote, que yo tiro
Despacito
Vamos a jugar bien y a ganar a UVigo
Aguantar hasta el último minutito
Y defender bien ese último tiro

Puntito a puntito, suave suavecito
Les vamos ganando, poquito a poquito
Ahora toca echar el resto
Hasta oír el pitido
Puntito a puntito, suave suavecito
Les hemos ganado este partido
Puede que seamos pocos
¡pero Amenaza gana a Uvigo!
Despacito

Y ahora en prosa. Tocaba pelearse contra el líder indiscutible de la liga. Después de veinte jornadas, sólo dos derrotas. Vale que una de ellas fue contra nosotros, pero todos sabíamos que la cosa se iba a poner muy complicada.

Como siempre, una parte importante de la victoria se iba a fraguar en la capacidad de convocatoria. Marco el jueves afirmó que estaríamos todos menos uno. Supongo que antes de entrenar se pasó por San Pepe a tomarse media botella de licor café porque la realidad parecía distinta: que si estoy de viaje (dando envidia), que si me duele el tobillo, que si me duele el cuello, que si me ha arrollado un Vitrasa (¡un Vitrasa!).

Típico recuento de Amenaza
Reconozco que me encaminé a Balaídos sin tener claro si íbamos a ser cinco, pero con este equipo es un dato que sólo se sabe cuando el árbitro pita el inicio. Me despedí de Marcos (en la cancha no hay amigos) y mientras se diluía en un nutrido grupo de universitarios, yo me uní a Marco y Pabletovic, que ya estaban calentando. ¿Mi primera idea? Ir a buscar una camiseta para Emma, que ya llevaba el balón en las manos con desparpajo.

Al ratito llegaron Kaki, Ángel y Rubén. Ya estábamos para jugar. Coki amenazaba con llegar a tiempo pero no pudo ser. Una hora antes del partido estaba aún entrando en Vigo (suponemos que a nado desde Cíes, y por eso no llegó). El primer intento de rueda no pudo ser porque sólo éramos cuatro, mientras que del lado de UVigo había más gente que en la guerra. Todos perfectamente uniformados. Nosotros, más variopintos. Aquello parecía el Dream Team contra Angola. Y no, no éramos precisamente el Dream Team. Rubén me puso la mano en el hombro y me dijo: "esto no lo ganamos de 20 ni de coña".


Pero todos sabíamos que en cancha sólo puede haber cinco, así que nos lanzamos sin miedo. En la discusión técnica inicial, decidimos comenzar una zona 3-2 para controlar su perímetro. Bueno, técnicamente una 3-2 con pivot vago no balanceada. Y no sé muy bien aún por qué se desechó mi propuesta de cajón cubano. Soy un incomprendido.

Saltamos a la cancha muy fríos, muy parados. Ellos también. Esas situaciones se nos dan bien, así que nos adelantamos en el marcador un poco en los primeros minutos. Un grito de Óscar desde su banquillo ("¡Que ya ha empezado el partido!") nos puso un poco las pilas a todos. Bajamos el culo en defensa y aguantamos bien.

Amenaza, atacando una individual
En la otra canasta, aplicamos lo que parecía lógico: como hay defensa individual, pues hacemos ataques individuales. Cada uno la guerra por su cuenta. No se puede decir que fuese un partido vistoso. El marcador, pírrico. El que quiera espectáculo, que se vaya al circo: esto es UVigo-Amenaza.

Bajando a defender, por el rabillo del ojo vi llegar a Nando (que pensaba que jugábamos el domingo). Toda una alegría. Sobre todo porque las rotaciones de UVigo llegaban frescas y nos hacían daño. Íbamos perdiendo poco a poco, sin grandes diferencias, 5 o 6 como máximo creo recordar. En los tiempos muertos, la misma consigna una y otra vez: "Con calma, que el partido es muy largo".

Una última jugaba embarullada acabó con el reloj a cero. Pero se recuperaron dos segundos por decisión arbitral y, tras un tiempo muerto de estrategia para sacarle el balón a Pabletovic, realmente acabó en manos de Rubén para un 2+1 (vale, el uno no entró, pero en dos segundos tiene mérito).

Entre esa jugada y la primera de la segunda parte, con canasta rápida de Ángel tras el salto inicial, ya estábamos ahí otra vez. Empezaba un partido nuevo. Y era muy largo.

Marco, en el poste bajo
La segunda parte fue un poco más de lo mismo. La defensa pegajosa de Guime a Caki nos obligaba a subidas atípicas de balón que nos ocasionaron alguna pérdida. Es lo que pasa por poner a subir el balón al primero que pasa por allí. La subí yo varias veces, alguna hasta Rubén. ¿Y nuestro escolta? ¡Ganando el poste bajo! Ahí estaba Marco, jugando al poste bajo, cogiendo su propio rebote y encestando.

Lo dicho, cada uno a su guerra. Los choques entre Rubén y Del Río generaban ondas gravitacionales, pero no éramos capaces de meterle balones. Intentamos circular un poco más el balón, pero faltaba fluidez y todo se decidía en acciones individuales.

En un momento dado Guime debió de pensar que ya estaba bien, y en tres acciones seguidas nos dejaron seis abajo. Hubo tiempo muerto. Tocaba defender en serio, y no con la mirada. Y parece que funcionó. Empezamos a cerrar mejor los huecos y se cerró el grifo de los puntos. Cambiamos la defensa a 2-3 por orden de Rubén (esto de los pívots organizadores de defensas está de moda). En ataque, las penetraciones de Caki, Pableto y Ángel, junto con los rebotes y 2+1 de Rubén nos permitieron recortar.

Mención aparte merecen las parrafadas de Pableto con el colegiado, que si fue un error modificar el artículo 47.b en el reglamento de 1972, que si era más efectiva la parábola o el paraboloide al tirar los tiros libres. Vaya debates. Se rumorea que luego quedaron para cenar y ver el vídeo de las mejores jugadas. Jugadas, por cierto, que llevaba tiempo sin ver, como una falta de tiempo al tirar libres o una falta de saque por pisar la línea. Tocaba mantener la cabeza fría.

El reloj de posesión, Nando style
Y la mantuvimos. En los últimos minutos tuvieron un par de acciones precipitadas, pudimos robar algún balón y un par de penetraciones nos permitieron llegar dos arriba a los últimos segundos. Tiempo muerto. El reloj marca 9:72. Organizamos la defensa. Sin fisuras. Serios. Impertérritos. Nando toma la palabra: "quedan 9 minutos, pedimos cambios para descansar". Un segundo de incredulidad y luego carcajada. Y saltamos a la cancha. Descojonados. Ese es el espíritu de Amenaza. Cerramos bien los pases, apretamos las piernas y obligamos a un tiro forzado. No entra y cogemos el rebote largo. Balón largo y fin del partido.

Aprovecho para felicitar al casi seguro campeón. Campeón con justicia y autoridad. Sólo tres derrotas. Eso sí, dos con Amenaza. Así somos.


domingo, 19 de marzo de 2017

Amenaza 51 - Neo Geo 45

  • Otro: ¿qué vas a hacer esta tarde?
  • Yo: tengo partido con Amenaza
  • Otro: ¿con quién jugáis?
  • Yo: con Neo Geo, último partido de la segunda vuelta
  • Otro: ¿pero no empezasteis ayer la tercera?
  • Yo: sí, bueno, es una jornada doble
  • Otro: ¿el día del padre?
  • Yo: sí, bueno, cuadró así
  • Otro: pero el finde pasado sólo jugasteis uno ...
  • Yo: ¡calla coño! Esto es Vigo en Xogo. Si quieres jugar juegas y si no, pues a tu casa
  • Otro: vale, no te pongas así, ¿quienes vais?
  • Yo: pues imagino que Marco, Xan, Javi, Pableto, Coki y yo. Aunque puede que al final aparezca Caki y se vaya en el descanso, y que Rubén llegue a mediados de la primera parte, y que Ángel llegue en el descanso, y que Pablo se pase a darnos ánimos.
  • Otro: pues vaya ...
  • Yo: ¡esto es Amenaza! Si quieres te recuentas y si no ... pues no.



Y con este panorama nos plantamos en Navia. Vaya lujazo de pabellón. Nuevecito, moderno, parquet con amortiguación, vestuarios amplios. Como único pero, lo de las duchas a media luz: aunque se agradece el ambiente íntimo, recoger el gel provoca cierta intranquilidad.

Mención aparte para nuestra afición incondicional. No hay nada más alentador que oír un aplauso desde la grada cuando haces algo que merece mínimamente la pena, o cuando el rival falla, claro.

Pero vamos al partido. Empezó sin pena ni gloria, con los dos equipos un poco fríos, quizás nosotros un poco más entonados, pero con baja efectividad en general. Un par de buenas jugadas, tiro libre a tablero incluido, hizo que fuésemos un poquito por delante, pero con rentas cortas. Circulábamos el balón con fluidez pero sin peligro, lo que les permitía defensas cómodas y contraataques tras rebotes defensivos. De nuevo, nos manteníamos, pero con un puntito de intensidad por debajo del rival, y eso no suele acabar en nada bueno. Dos tiros libres de Caki con el tiempo finalizado nos llevaron al descanso uno o dos arriba, pero la verdad es que el partido aún estaba por jugar.

Y no empezó nada bien. Nuestra defensa empezó a hacer aguas, sobre todo por la parte exterior, y permitimos muchos tiros cómodos. Pero los tiros cómodos hay que meterlos, y ellos mostraron un acierto impresionante. No las conté, pero creo que llegaron a ocho tiros seguidos sin fallo, entre triples y tiros de cinco metros y eso, por muy sólo que estés, tiene mucho mérito.

Nosotros seguíamos anotando, triples de Pableto incluidos, pero nos costaba un mundo. Hubo una jugada de seis tiros para dos puntos: cuatro de campo, con sus rebotes correspondientes y dos tiros libres. Agotador. Y así se nos fueron en el marcador mientras los gritos del banquillo se mezclaban con la desesperación en la cancha. En el tiempo muerto surgen todo tipo de alternativas defensivas, pero la conclusión final es que es "cuestión de llegar"

Javi, organizando la defensa
La cuarta de Rubén lo obliga a sentarse. La cuarta falta, se entiende. Al salir al campo, veo a Javi nervioso en defensa. Está inquieto. Por el rabillo del ojo veo que que intenta cambiar a 2-1-2 por su cuenta, pero tampoco le convence. Y entonces le da por gritar: "¡Cada uno al suyo!" y todos nos buscamos alguien a quien defender. Si no le gustaba al que escogías, volvía a gritar: "¡A ese no, al otro!". Reconozco que pensé en mandarlo al cuerno, que dejase de jugar a la Play usándonos de mando, pero me di cuenta de que estaba funcionando, así que callé la boca y me dediqué a seguir con aquella Javi-defensa 2-3-2-individual-posicional con ajustes.

Marco, buscando opciones
Los demás también debieron de pensar lo mismo, y aquello empezó a carburar. Los tiros cómodos pasaron a ser buenas penetraciones, pero ahí estaban nuestros big boys para estorbar y la mayoría acabaron con el balón en nuestras manos. Y comenzó la remontada. Con la defensa recuperada, el ataque era más sencillo y hubo atisbos curiosos, como el de Marco peleando en la pintura, capturando su rebote y, al verse como Piolín en Space Jam, sacándola para un gancho a tablero de esos que comen la moral.

Y llegamos apretados. Muy apretados. Todos teníamos hambre de ganar y nadie bajó los brazos. Pero Pableto los levantó más alto que los demás y sin dudar un instante desde el 6.75 dio la puntilla al partido. Rubén hacía la ola mientras aún seguía farfullando: "si no le toqué". Y así ganamos un partido que, de nuevo, podríamos haber perdido justamente pero que también merecimos ganar.

Jornada doble más que productiva, que nos da cierta tranquilidad para seguir haciendo lo que sabemos hacer realmente bien.

  • Otro: ¿Jugar a baloncesto?
  • Yo: No, coño, divertirnos

Centolos 48 - Amenaza 50

Y comienza la tercera y definitiva vuelta. Hace un tiempo espléndido, y ya podemos ir a jugar tranquilamente a Balaídos. Uy no, perdón, que jugamos en el Berbés. Me he equivocado. No volverá a ocurrir.

Amenaza, haciendo recuento para un partido
El quórum para mí es siempre una sorpresa: que si recuento para el partido, que si recuento para las cañas, que si yo podía el sábado y ahora puedo el domingo, el otro puede ir a la primera parte, el de mas allá puede jugar los minutos impares. Y esta vez fue una sorpresa agradable: ¡nueve fantasmas!, ¡nueve!. Como si regalaran algo, allí estaban Xan, Marco, Caki, Pablo, Coki, Nando, Óscar, Rubén y yo.

Del otro lado, a cuentagotas, llegaron siete Centolos con pinta de aguerridos. Y las apariencias no siempre engañan. Siendo locales, y con su clásico rojo de los Bulls, tuvimos que lucir nuestra segunda equipación, más conocida como Amenaza Fashion Week: un verde ¿pistacho? ya descatalogado que obligó a los espíritus libres (Nando y yo) a jugar marcando tendencia colores fosforescentes y tejidos apretados.

Y tras los correspondientes preliminares, comenzó el partido. Bueno, es una forma de hablar, porque los dos primeros minutos fueron dignos del Tricicle, por unos y por otros: balones que se quedan atrás, tiros que no tocan nada, carreras sin sentido. En algún momento recordamos para que servía el balón, y empezamos a jugar como sólo nosotros sabemos: Rubén-Sistema. Y no porque fuéramos capaces de meterle buenos balones, no, sino más bien porque los cogía él después de nuestros tiros que no tocaban aro o nuestras penetraciones de uno contra todos. Pero funcionó, y nos pusimos 2-12.

Fases del juego de Amenaza. Descripción gráfica
Pero los de Centolos, que llevaban unos minutos irreconocibles, también recordaron cómo se jugaba y subieron la intensidad, corriendo al contraataque y subiendo líneas en defensa. El resultado: canastas fáciles y balones robados. Nuestra ventaja dilapidada. Esta película ya me la he visto.

Y vale que físicamente no estamos para tirar cohetes, pero el problema es actitud: es olvidarse de que tras un ataque fallido hay que empezar la defensa, y no esperar unos segunditos, porque en esos segunditos un contrario corriendo ya te la ha metido. En todos los sentidos.

Y llegamos al descanso igualaditos con tiro de Kaki sobre la bocina. Descanso y arenga. ¡Vamos chicos! No sabría decir si fue el descanso o la arenga, pero el caso es que volvimos a carburar un poco: Rubén siguió a lo suyo, Pablo se marcó algún triple, Óscar volvió por sus fueros ... y empezamos a divertirnos un poco, a coger cierta ventaja (6 u 8 puntitos, creo).

Nos vimos bien ... y vuelta la burra al trigo: bajamos un puntito de intensidad, ellos vuelven a correr y a defender y vuelven a empatar. Y a ponerse por delante. Y a meternos el miedo en el cuerpo. Ruben nos quita el miedo de un grito: "¿les tenéis miedo o que?". Que no es miedo, hombre, es respeto.

Coki, en pleno contraataque
Llegamos al final pegaditos como lapas, con una ligera ventaja e intentamos jugar con inteligencia. ¿El resultado? Un par de penetraciones de uno contra todos y un tiro libre metido ¿de 6?. Pero mientras tanto cogimos un rebote, ganamos una lucha, ellos fallaron alguna ... y ganamos. Pero porque cuadró. Si llegamos a perder, no habría sido injusto. Sí, Ángel, sí: fue reñido.

Aún así, lo pasamos bien, y eso se notó en algunos jugadones épicos: como el contraataque en el que Coki decidió pararse en la línea de 3 en vez de continuar hacia la canasta (donde no había nadie defendiendo) y Óscar tuvo que galopar desde medio campo para culminar. O la carga de la brigada ligera de Xan cuando oyó que le iban a dar el cambio y lo que hizo fue cambiar ... los dos puntos de la canasta por un trozo de pulmón.

Aunque el mejor momento, para variar, después del partido