Amenaza, haciendo recuento para un partido |
Del otro lado, a cuentagotas, llegaron siete Centolos con pinta de aguerridos. Y las apariencias no siempre engañan. Siendo locales, y con su clásico rojo de los Bulls, tuvimos que lucir nuestra segunda equipación, más conocida como Amenaza Fashion Week: un verde ¿pistacho? ya descatalogado que obligó a los espíritus libres (Nando y yo) a jugar marcando tendencia colores fosforescentes y tejidos apretados.
Y tras los correspondientes preliminares, comenzó el partido. Bueno, es una forma de hablar, porque los dos primeros minutos fueron dignos del Tricicle, por unos y por otros: balones que se quedan atrás, tiros que no tocan nada, carreras sin sentido. En algún momento recordamos para que servía el balón, y empezamos a jugar como sólo nosotros sabemos: Rubén-Sistema. Y no porque fuéramos capaces de meterle buenos balones, no, sino más bien porque los cogía él después de nuestros tiros que no tocaban aro o nuestras penetraciones de uno contra todos. Pero funcionó, y nos pusimos 2-12.
Fases del juego de Amenaza. Descripción gráfica |
Y vale que físicamente no estamos para tirar cohetes, pero el problema es actitud: es olvidarse de que tras un ataque fallido hay que empezar la defensa, y no esperar unos segunditos, porque en esos segunditos un contrario corriendo ya te la ha metido. En todos los sentidos.
Y llegamos al descanso igualaditos con tiro de Kaki sobre la bocina. Descanso y arenga. ¡Vamos chicos! No sabría decir si fue el descanso o la arenga, pero el caso es que volvimos a carburar un poco: Rubén siguió a lo suyo, Pablo se marcó algún triple, Óscar volvió por sus fueros ... y empezamos a divertirnos un poco, a coger cierta ventaja (6 u 8 puntitos, creo).
Nos vimos bien ... y vuelta la burra al trigo: bajamos un puntito de intensidad, ellos vuelven a correr y a defender y vuelven a empatar. Y a ponerse por delante. Y a meternos el miedo en el cuerpo. Ruben nos quita el miedo de un grito: "¿les tenéis miedo o que?". Que no es miedo, hombre, es respeto.
Coki, en pleno contraataque |
Aún así, lo pasamos bien, y eso se notó en algunos jugadones épicos: como el contraataque en el que Coki decidió pararse en la línea de 3 en vez de continuar hacia la canasta (donde no había nadie defendiendo) y Óscar tuvo que galopar desde medio campo para culminar. O la carga de la brigada ligera de Xan cuando oyó que le iban a dar el cambio y lo que hizo fue cambiar ... los dos puntos de la canasta por un trozo de pulmón.
Aunque el mejor momento, para variar, después del partido
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