domingo, 12 de noviembre de 2017

Marrajos Basket 55 - Amenaza 35

Una de las cosas divertidas de esta liga es que cualquiera puede ganar a cualquiera. Pero está claro que hay equipos a los que es más fácil ganar que a otros, y Marrajos es un ejemplo de ello: en mi opinión, el equipo más en forma del campeonato. Por eso si se te presentan con el equipo al completo, sabes que vas a tener que hacerlo muy bien si quieres sacar algo en limpio.

Para empezar, necesitas una buena convocatoria, y el sabado en Teis nos presentamos siete valientes: Caki, Ángel, Pablo, Coki, Javi, Óscar y un servidor. Equipo equilibrado y con calidad, pero un poco corto de recambios para afrontar la individual presionante que sabíamos que nos iba a caer.

Para acabar, tienes que jugar bien, y hay que reconocer que no lo hicimos. Por poner un ejemplo de estadísticas de un jugador: 0/7 en tiros de campo, 6 pérdidas de balón (con dos chapas incluidas y una salida del campo con el balón por no ver la línea de banda) y una antideportiva. Está claro que el resto no lo hizo así de mal, pero no fue un día lúcido ni lucido.

Comenzó el partido con canasta fácil tras el salto inicial. Que fuera suya en lugar de nuestra ya indicaba que algo no iba del todo bien. Empezamos con una defensa 3-2 para contrarrestar a sus tiradores, pero los cortes y la acumulación de jugadores en el lado fuerte hacía que tuviesen tiros y penetraciones. En el otro lado de la canasta, el movimiento no era malo, pero no estábamos finos de cara al aro, y en el intercambio de canastas se fueron perfilando las primeras diferencias.

El gemelo de Coki lo deja en el banquillo, así que sólo nos queda un cambio. Pero aquí nadie se arredra. Caki sigue como amo y señor del balón, Ángel supera con creces el récord mundial de kilómetros corridos por pase recibido, Javi no deja de asombrar con sus gráciles movimiento en la pintura, Pablo sigue demostrando por qué es el bueno y Óscar sigue fajándose a lo grande, aunque necesite coger el rebote dos veces seguidas para anotar.

Tras el descanso cambiamos la defensa. y parece que funciona un poco mejor, pero el desgaste físico nos quita aún más precisión y, aunque Coki vuelve embalsamado en Réflex, la diferencia sigue aumentando. Cierto es que no bajamos los brazos en ningún momento, pero más cierto es aún que en ningún momento conseguimos inquietarlos.

Paliza sin paliativos y para casa. Pero ojo, que habrá segunda vuelta y no creo que esto vaya a quedar así. Nos vemos en las canchas.

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