Amenaza, negociando |
Cierto es que a estas alturas de la liga ya ninguno se jugaba nada, pero nosotros llegamos con ganas. Íbamos a por la tercera plaza, a por el derecho de disputar la segunda y a quitarnos la espina de no haberles podido ganar ni un solo partido en todo el año. Y lo que nos llevamos, hablando mal y pronto, fue un carallo como un brazo.
Y eso que no empezamos nada mal: 6-0 en los primeros minutos, en los que ellos salieron bastante despistados. No tardó demasiado en equilibrarse el tema (11-9), básicamente por los tiros de Nacho. Estábamos defendiendo bien, cerrando el rebote con ganas, saliendo a los tiros. Incluso robamos un balón después de una presión a toda cancha, algo inédito en Amenaza.
En ataque no estábamos tan finos: nos costaba buscar las ventajas en la defensa individual y los espacios en la defensa en zona. Los puntos vinieron más por acciones individuales aisladas y por algún rebote ofensivo que nos dió segundas oportunidades. Y llegamos al descanso 23-17. No era una gran renta, pero no pintaba del todo mal.
Gráfico de la segunda parte |
Parcial de 10-33 en la segunda parte. Demoledor. Y tiene cierta ironía: el año pasado, cuando quedaron campeones con autoridad no pudieron ganarnos un partido y este año, que estuvimos los dos renqueando, no fuimos capaces nosotros. Habrá que zurrarles más fuerte los jueves.
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