lunes, 23 de octubre de 2017

100 Tolos Puño de Amura 50 - Amenaza 57

Toca hacer el bis de la jornada. Esta vez en el Berbés a las 18:30. La hora nos permite tener un cierto descanso del partido anterior y el campo está muy bien, aunque a esas horas el sol en oblicuo hace que sea mejor tirar a la sombra. El rival: 100 Tolos Puño de Amura. Después de haberlos visto jugar el día anterior, se antojaba complicado: gente muy grande, con tiro y velocidad, de los que saben jugar a baloncesto. Pero había resquemor: el partido de Basket Hound nos había dejado muy dolidos y la consigna era clara: "Centolos va a pagar el pato".

Y para hacerlo posible, se entablaron negociaciones al más alto nivel, se embadurnaron en Voltarén rodillas, muslos y codos y se buscaron equipaciones debajo de las piedras. La convocatoria hacía saltar las lágrimas: Caki, Marco, Ángel, Camilo, Pablo, Coki, Óscar, Javi, Rubén y yo. Esta vez no iba a ser por falta de gente. En Centolos también estaban diez, con lo que la rueda de calentamiento parecía hasta algo serio. Un poco más serio de un lado que de otro porque ellos iban perfectamente uniformados y nosotros con nuestra segunda equipación de Desigual, que iba del amarillo fosforito al azul, mención aparte del patrocinio de Deutsche Bank en la camiseta de Óscar.

Pero todos sabíamos que los colores no ganan partidos, así que nos lanzamos a la pista. Y empezamos bien, anotando con fluidez, con buenas transiciones, movimiento de balón y cabeciña. Pero los de enfrente, con un triple en suspensión en la primera jugada, nos dejaron claro que iba a haber que sudar cada punto y cada rebote. Y vaya si sudamos. En la piernas se notaba el partido del día anterior, pero se compensaba con movimiento de banquillo y un puntito de rabia. Ellos están igual. Perdemos a Coki por un pinchazo en el gemelo, y Centolos tiene que sentar también a un lesionado. Hasta en la mala suerte estuvimos igualados. Yo creo que el la primera parte no hubo diferencias de más de cuatro puntos, y llegamos dos arriba a los últimos treinta segundos.

La defensa es buena, pero ellos no son malos y anotan. Quedan 8 segundos. Grito clásico: "¡sacamos rápido!". Y lo hacemos a la velocidad del rayo. Eso sí, directo a sus manos, tiro cómodo y canasta fácil. Nos vamos al descanso dos abajo y con la firma convicción de que las últimas jugadas no son lo nuestro. Propondremos tiempos de 24:50, a ver si cuela. Lo que tampoco es lo nuestro son los inicios de la segunda parte. Un triple nada más salir nos pone cinco abajo, que creo que fue la máxima diferencia del partido.

Nos recuperamos pronto, y jugamos una segunda parte que hasta me atrevería a calificar como bonita. Abrimos el juego a las esquinas para contrarrestar su 2-3 y eso nos permitió hacer huecos en el medio para que Rubén hiciera de las suyas. Las piernas de Camilo iban un punto por encima de las demás y sus contraataques nos dieron mucho oxígeno. Si el poste alto no estorbaba, las penetraciones de Caki hacían mucho daño. Los tiros libres mucho más finos y hubo varios 2+1 de Caki y Rubén. Además, un par de triples de Pablo, ya no se podía pedir mucho más. Ni nada menos, porque Centolos robaba y contraatacaba, tiraba de fuera y se fajaba en la pintura.



¡Caja más uno!
Mención aparte para nuestra defensa en "cajamasuno" también conocida como "tudefiendeaquienquieras"

Entre el +2 y el -2 se movió toda la segunda parte. La colosal brega de Óscar en la defensa de la pintura pasa factura y lo perdemos por cinco faltas. Y llegamos al final ajustado, aunque con ligera ventaja para nosotros. Los dos equipos intentamos defender intenso y sin faltas, pero a ninguno nos funciona demasiado bien y el partido se va en los tiros libres. Ahí tenemos más oportunidades y estamos más acertados, incluso Pablo tuvo tres tiros.

Final del partido y siete arriba, lo cual no refleja para nada la enorme igualdad de un partido vistoso y alegre, de los que da gusto jugar, y contra un equipo que estoy seguro de que va a dar mucho que hablar este año. Por nuestra parte, por fin una victoria y la satisfacción de haber metido 108 puntos este fin de semana, que no está nada mal.

Amenaza 51 - Basket Hound 52

Primera jornada doble del año. Como somos un dechado de virtudes físicas, estamos en nuestra salsa. Además, jugamos a las cuatro de la tarde, la hora perfecta para hacer una comida ligera y empezar la Operación Turrón. La pista elegida es el Carmen. La palabra que me viene a la mente al entrar es "vetusta": cemento pintado, variado de líneas descoloridas y una capa de polvo en los tableros que no deja ver el cuadrado. Eso sí, los aros muy agradecidos. Y se nota que llevaba tiempo sin usarse porque el reloj del marcador no funcionaba. Y jugar sin saber lo que queda despista bastante.


El rival es Basket Hound: en los pocos partidos que llevamos parece que no están carburando demasiado, pero sabemos de lo que son capaces, y recordamos claramente que el año pasado no fuimos capaces de ganarles un solo partido, incluso ganando alguno por 17. Pero aquí no se arredra nadie, y a pesar de las inclemencias, la convocatoria es más que lucida: Caki, Marco, Ángel, Dani, Pablo, Javi, Rubén y yo. Vaya ocho patas para un banco.

Balón al aire, y empezamos a rodar. Para ser la hora que es, el partido empieza fluido. Por nuestra parte, el bol de pasas y nueces de Ángel surte efecto y enchufa 9 de los primeros 11 puntos, con un triple sin ángulo a tablero incluido que quitó un poco el polvo acumulado. En la otra canasta, nuestra defensa del tiro exterior hace aguas por todas partes: no llegamos a los tiros y nos mantienen el pulso a base de triples. Hay gritos, cambios de estrategia, pero sigue todo más o menos igual y llegamos al descanso tres abajo (24-27)

El descanso, para variar, nos sienta mal. Empieza el segundo tiempo sin nosotros en pista y en tres o cuatro jugadas consiguen un colchón de siete puntos. En otros partidos habría sido fatal, pero en éste las anotaciones eran fluidas y sabíamos que quedaba mucho por remar. Así las cosas, subimos un poco las líneas en defensa para cortar su tiro y funcionó bastante bien, pero entre un par de veces que nos ganaron la espalda y alguna defensa con la mirada que permitió canasta fácil, la diferencia se mantuvo. Además, no estuvimos finos en el tiro libre.

Pero llegó el arreón: un poco de defensa, volver a meter balones dentro, un par de penetraciones y un poco más de acierto desde la línea de personal nos llevó a un parcial de 9-0 que nos ponía por delante, aunque fuera por poquito, en el marcador. Intercambio de canastas, algún tiro libre fallado y llegamos dos abajo con posesión al último minuto. Y digo último minuto por aproximación, porque sin reloj eran los gritos de Marco desde la mesa lo único que nos daba alguna pista.

De hecho, en ese ataque Javi cree que se acaba el partido y lanza un triple forzado que no entra. Cogen el rebote y optamos por defender fuerte sin faltas. La defensa funciona y su penetración forzada no entra, pero perdemos el rebote y tenemos que hacer falta rápida para llevarlos a la línea. Fallan los dos tiros, y nos queda un ataque de unos 15 segundos. Subimos rápido, balón a Pablo para el triple que no entra, pero Javi coge el rebote y anota de dos. Nos vamos a la prórroga.

Mientras pensamos en el tiempo de descuento, porque sólo quedaban un par de segundos, sacan el balón y, sin saber muy bien cómo, se pita una falta en el medio del campo y sobre la bocina. Bueno, la inexistente bocina. Difícil saber si fue falta, difícil saber si fue en tiempo, pero se encuentran con dos tiros libres (estábamos en bonus) y con el crono en cero. Es decir, una falta sobre la bocina sin tiempo de reacción. Meten el primero y fin del partido. Uno abajo y a la ducha.

Eso sí, nada rompe el buen ambiente y la alegría. En el vestuario, todo el jolgorio y algarabía, y un cántico coral resuena en el Carmen: "A segunda, oeeee"

miércoles, 18 de octubre de 2017

Amenaza 42 - Veterinaria Menciña 56

El domingo amaneció extraño. Sin luz, sin brillo, con el aire espeso y el cielo apagado. Tal vez por el fuego que devoraba el monte. Tal vez porque alguien se había ido.

Sea como fuere, tocaba enfrentarse a Veterinaria Menciña (aka los chavales de SM) en la flamante pista central de Traviesas, y voy a empezar por la pista: un lujazo. Será que aún está presente el infausto recuerdo de Balaídos, pero este parqué me parece de ciencia ficción. Al principio me pareció que en algunas zonas estaba demasiado hueco y se clavaba el balón, pero lo agradecí sobremanera cada vez que mis huesos acabaron en el suelo, y esta vez fueron más veces de las habituales.

El rival no era nada desconocido, aunque me pareció ver alguna cara nueva desde el último partido que nos ganaron hace ya dos temporadas en Teis: equipo ágil y presionante. Resulta irónico que en nuestros caóticos recuentos siempre estamos suspirando por que vengan los grandes, pero esta vez parecía que llegábamos algo cortos de manejo de balón (y de personal). Nos presentamos allí Rubén, Pableto, Óscar, Coki, Dani, Ángel y yo.

Viendo que ellos eran muchos más, sabíamos que iban a presionar a toda cancha, con lo cual íbamos a sufrir para llegar a campo de ataque. Y así fue: nos conjuramos para hacer pases, ir a las esquinas, no botar y esas cosas pero no fue suficiente y cada ataque empezaba como un castigo. Y claro, los robos de balón a esas alturas son contraataque casi asegurado.

En ataque no íbamos mal. Se nota que aún no estamos finos, pero ya empezaron a entrar los triples, ya encadenamos balones interiores, y ya vamos empezando a anotar. Pero el lastre de las pérdidas fue demasiado y llegamos al descanso por debajo, tal vez 19-23.

El descanso llegó a poco, y el inicio de la segunda parte fue demoledor. La gasolina se nos estaba acabando, y ellos empezaron a hacer cambios de balonmano, que además de ralentizar el partido les daban oxígeno. Así las cosas, varios robos encadenados y una racha de tiro triple y libre impecable por su parte nos dejó 17 abajo.

Y eso que si llegábamos con el balón a campo de ataque no lo hacíamos mal: Rubén dominando la zona, Óscar en el juego entre pívots, Coki a media distancia, Ángel al triple, Dani caracoleando ... De hecho, durante un rato que subimos el balon a las cuatro esquinas, jugamos en ataque como sabemos y Pableto hizo una defensa magistral de los contraataques, taponazo incluido, les metimos un parcial de 8-0 que nos volvía a meter en el partido.

Triple de Rubén para ponernos a 6 a falta de cuatro minutos, pero el balón no entró y la gasolina ya sí que estaba en la reserva y no pudimos hacer más. Parece que la primera victoria de la temporada se resiste, habrá que seguir afinando.

Y eso que la derrota acabó siendo la menos mala de las sensaciones de un día de rabia e impotencia en el que vimos como quemaban Galicia delante de nuestras narices.

lunes, 2 de octubre de 2017

Amenaza 39 - UVigo 43

Pues así, a lo tonto, comienza una nueva temporada en la Amenaza Fantasma. Como en un cuaderno nuevo o en un folio en blanco, todo está por decidir y tocará escribir partido a partido el guión de este año. Jacobo y Nando se toman un respiro, y el aire renovado llega en forma de Dani, que aún no sabe dónde se ha metido.

La pretemporada se ha ceñido al plan establecido, tanto a nivel técnico como nutricional, aunque fue necesario realizar una reunión de briefing para refrescar algunos conceptos tácticos un poco oxidados y definir el planning de la temporada regular. Las imágenes dan una idea de la seriedad con la que se trataron estos y otros temas



Y llegó el día de estrenarse en la cancha. Madrugón para empezar: a las 9 de la mañana en el Berbés contra los vigentes campeones. Sabiendo como son nuestros inicios, se veía venir que iba a ser un reto complicado.  La convocatoria, a pesar de los recuentos previos, fue muy buena: Caki, Marco, Camilo, Pableto, Pablueno, Óscar, Rubén y el menda: todo un lujo para el primer día. Correcta la convocatoria de UVigo, pero lejos de aquellas aglomeraciones multitudinarias a las que nos tenían acostumbrados.



La ronda de calentamiento comenzó a evidenciar que andábamos algo faltos de rodaje, pero como no apareció policía ni guardia civil para impedirnos botar, Balbino pitó el inicio y allá fuimos. Se notó que no éramos los únicos poco finos, porque empezamos con un parcial de 6-0 que campó a sus anchas varios minutos en el electrónico.

Buenos movimientos de balón, juego dentro-fuera, pocas pérdidas ... hasta ahí bien, pero en el tiro estuvimos poco acertados, tanto desde cerca como desde lejos, fallando esas cosas que normalmente entrarían y que seguro que volverán a entrar. Y con una defensa tan cerrada como la que nos plantearon, un ataque sin acierto en el tiro tiene pocas expectativas de éxito.

En defensa no estuvimos del todo mal, pero tal vez algo despistados en la línea de tres lo cual hizo que poco a poco nos fuesen superando. El tanteador al descanso (14-19 creo) da una idea de que ninguno de los equipos estaba especialmente fino.

El descanso no cambió mucho el equilibrio de fuerzas, ya que estábamos físicamente bastante parejos, pero sí hizo que subiese un poco el acierto e incluso hubo alguna racha de intercambio de canastas en ataques consecutivos, pero evidentemente eso no nos servía de nada. No nos íbamos del partido, pero tampoco llegábamos a volver a entrar. Llegamos al final con opciones, pero concedimos demasiados tiros libres mientras no aprovechábamos del todo los nuestros, así que llegamos al final casi como empezamos el segundo tiempo.

En resumen, contentos por haber empezado otra vez pero con ese sabor amargo que te deja saber que habiendo hecho un poco más, algo de lo que normalmente eres capaz de hacer, el resultado habría sido distinto. Es difícil saber cuánto importa una victoria cuando no está claro el sistema de competición, pero está claro que habrá que espabilar si queremos estar arriba.