domingo, 4 de marzo de 2018

Basket Hound 49 - Amenaza 28

Amenaza, en actitud de play-off
Bueno, pues ya estamos aquí. Alejado el fantasma de la liguilla de descenso, toca relajarse y disfrutar. Y vaya si nos relajamos. Lo de disfrutar igual ya no tanto, porque aunque jugar contra Basket Hound siempre es un placer, que te pasen por encima no suele ser plato de gusto.

Problemas de convocatoria que se solucionan in extremis y por la mínima: cinco para empezar el partido. Camilo, Marco, Pablo, Javi y yo. Se oyen improperios contra Rubèn por no haber aparecido. Del otro lado hay convocatoria amplia y ya nos conocemos todos, así que la consigna es clara: subir el balón con ayudas y mucho cuidado con las faltas.

Pero por mucho que te esmeres, una defensa presionante contra cinco hace que subir el balón sea complicado, y a pesar de los esfuerzos de Cami y Pablo, las imprecisiones en los pases hacen que comencemos perdiendo balones. Además, llegamos forzados al ataque y la circulación del balón no es buena. Nuestra defensa no es mala, pero están muy acertados en el tiro a media distancia, y tras un breve intercambio inicial empiezan a aparecer las ventajas en el marcador (4-10)

En ese momento Rubén hace una de sus entradas triunfales por las gradas de Teis y nos da una cierta alegría. Con su entrada en el campo tenemos un nuevo referente en ataque, pero de nuevo la presión en la salida del balón hace que nos cueste conectar con nuestros interiores. La presión, eso sí, comienza a hacer mella en forma de faltas y entran rápido en bonus, con lo que varios de nuestros ataques acaban en la línea de tiros libres sin haber llegado a medio campo. La falta de acierto en la línea de personal y el tiempo corrido hacen que tengamos muy pocas posesiones y lleguemos al descanso con un 21-10.

En la segunda parte la consigna es clara: hay que intentar hacer la goma para llegar a los minutos finales con opciones de victoria. Aunque seguimos con pérdidas de balón por malos pases, parece que jugamos con algo de cabeza, y logramos mantener el pulso de partido, aunque lejos en el marcador. Pero no era el día: fallamos cosas que normalmente no fallaríamos, y sin meter puntos no hay pulso que se pueda mantener.

Ellos, por su parte, mantuvieron la presión, cargaron con acierto el rebote de ataque y lo más importante de todo: tuvieron rachas de tiro tanto de 6.75 como de cinco metros realmente espectaculares. Y ahí se rompió la goma. La bofetada de realidad mermó aún más nuestras fuerzas y se acabó el partido.

Sólo me queda comentar que el marcador puede parecer corto, pero si nos guiamos por las estadísticas avanzadas y nos vamos al ratio de puntos por posesión, no lo fue tanto. Es decir, que no jugamos tan mal como puede parecer, y ellos hicieron un partidazo, mejor del que puede parecer.

A seguir disfrutando

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