Ángel y Marco, dispuestos a jugar |
Aunque la verdadera bomba de la convocatoria apareció después: ¡la afición de Amenaza se persona en la grada de Teis armada de pancartas y trompetas! Eso sí que es un lujazo. ¡Qué maravilla sentir esos aplausos, dándote el empujón que te falta para llegar al balón! ¡Muchas gracias, chicas!
Aunque también he de reconocer que en ese momento sentí la presión añadida. No podíamos decepcionarlas. Había que salir a darlo todo.
Y así salimos, presionados. Pero en el diccionario de Camilo, "presión" se escribe con "c" de "canasta", y nada más salir abrió el melón del aro con cuatro puntos que nos pusieron por delante en el marcador. Y marcada la senda, ya no la abandonamos. Un par de buenos tiros obligan a abrir un poco la defensa, con Rubén dominando el rebote, y nos despegamos un poco en el electrónico. Camilo hace cuádruples (dobles dobles) en un par de galopadas, lo cual lo apaga un poco, y Ángel va un poco lastrado por sus zapatillas de paseo, pero seguimos por delante con cierta holgura.
En defensa la parte interior está bastante controlada, vigilando el rebote, con la intimidación de Rubén y un par de tapones antológicos de Pablo, de esos que los entrenadores te dicen que son una pérdida más, pero que realmente te minan la moral.
La parte exterior se complica un poco. Nos cuesta llegar a sus tiros y con un par de triples se nos acercan en el marcador. Cierran la defensa y no somos capaces de meter balones dentro. Llegamos al descanso con un 18-24 que no da demasiada tranquilidad.
El inicio de la segunda parte no es ninguna maravilla: movemos el balón por fuera como aspersores, pero a la hora de buscar a Rubén nos encontramos un bosque de brazos que nos hace desistir. Ante la falta generalizada de ideas, a Pabletovic se le ocurre una: cascarse tres triplazos limpios. Así cualquiera. Volvemos a abrir brecha, pero ellos no bajan los brazos y siguen bregando.
Pableto, en un lance del juego |
Momentos de cierto nerviosismo en el campo, pero Rubén pone un poco de calma y nos recuerda que somos los que vamos ganando. Caqui y Xan toman la batuta y calman un poco el partido, Pablo sigue con su doble T (Triple-Tapón) y la diferencia se mantiene.
Rubén, a aro pasado |
dentro en toda la segunda parte. Menos mal que se desquitó con un mate aro pasado de esos que te ponen de pie de un salto. No llegó a hacerlo realmente, pero la intención se vio desde muy lejos.
El tiempo se agota, las prisas empiezan a pesarles y acabamos con un intercambio de canastas que nos lleva al resultado final. Muebles salvados. Victoria dedicada a nuestra increíble afición, que nos llevó en volandas por la cancha. Y a por una cervecita, que el sol de la tarde pide terraza.
Aprovecho la entrada para mandar a Rober un abrazo muy fuerte de parte de todo el equipo de Amenaza. ¡Ánimo!